Le he puesto en antecedentes para que quede claro que lo de Almería es peculiar y difícilmente imitable, es decir, que el abandono no es sólo cosa de uno o varios hechos aislados, sino que las pruebas son múltiples. De hecho, y como el título indica, hoy me centraré en el casco antiguo de la ciudad (desde la Chanca hasta la calle Real), y en algunos edificios singulares que, a pesar de estar donde están, parecen de posguerra. A ver si cae la breva y tenemos algún político avispado que sepa aprovechar los fondos del Plan Urban para ir acabando con esto, aunque sea poco a poco como se viene haciendo últimamente.
Porque sería injusto si me limitara a denunciar el mal estado de muchos inmuebles del casco viejo sin reconocer lo hecho hasta ahora, que no ha sido poco (baste con pasear por el centro ahora y compararlo con diez años atrás). Sí, se ha hecho algo. Pero si caemos en el conformismo, almerienses y turistas seguirán topándose con imágenes como estas:
Y ya que me pongo, aprovecho para recordar que los plazos están para cumplirlos, o por lo menos para no alejarse demasiado de ellos. Porque las siguientes fotos son de la calle Real, y nuevamente los carteles informativos se vuelven contra sus creadores:
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