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Juan Asensio |
Mató a su mujer –así lo dijeron testigos que luego cambiaron misteriosamente su confesión, así como sus propios hijos-. Le pegó ocho tiros en plena calle, le pisó la cabeza y echó a correr. Se estaban separando. Esto fue en 1985 y nunca llegó a sentarse en un banquillo, aunque sí que pasó bajo arresto algunas horas. También quedó sin resolver el asesinato de Ángel Martínez, un carnicero que fue acribillado a balazos y del que cuentan que mantenía una relación con la asesinada.
Aunque
Asensio sí que fue a la cárcel por el asesinato, en 1992, de Christian Poulin,
un ex mercenario que mantenía negocios comunes con él, sobre todo en el mundo
de la prostitución. A pesar de considerarse “un tipo duro”, Poulin le reconoció
al juez Baltasar Garzón en un escrito que “sentía miedo” hacia Juan Asensio.
Fue poco antes de morir asesinado.
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Su hijo mató a 'el Chino' |
En prisión. Asensio se hizo amigo de Mario Conde y al salir, en 1999, entabló amistad con Giuseppe
D´amico, conocido en Almería por ser propietario de distintos locales de ocio y
alterne y por estar relacionado con la camorra napolitana. Asensio continuó expandiendo
su imperio de cines, locales y propiedades diversas. Incluso los abogados de su
hijo Juan José aseguran que, en los años posteriores al asesinato de su esposa,
las propiedades que supuestamente había despistado del régimen de gananciales
mediante testaferros las fue recuperando por diversos métodos, de forma que sus
hijos no vieran ni un duro. Éstos, según se dice en la denuncia, "se han visto privados de la mayor parte
de la herencia de su madre, debido a que no se han incluido en ésta bienes que
previamente fueron sustraídos de la sociedad de gananciales por el señor
Asensio Rodríguez -el padre- que hoy figuran exclusivamente a su nombre o a
nombre de testaferros". Y es que el valor de las propiedades de Asensio
ronda los 28 millones de euros.
Juan José Asensio, hijo de Juan Asensio, se aprovechó entonces de que
Manuel Lillo, que había sido contable de
su padre, se acababa de enfadar con el capo almeriense por “amenazas de
muerte”. Asensio junior creyó que sería una gran jugada por su parte contar, en
el juicio contra su padre, con el testimonio de Lillo, quien contaba que, en
una de aquellas amenazas, el capo Asensio le apuntó con un dedo, a modo de
pistola, y le advirtió de que le mataría. El 27 de noviembre de 2003, Manuel
Lillo murió tiroteado por unos desconocidos. Casualidades de la vida.
Pero el que a hierro mata, a hierro muere, y así terminó pasando. En
febrero de 2004, el temido y respetado Juan Asensio era asesinado en el portal
de su casa. Le pegaron dos tiros a bocajarro, en la frente y en la boca. La
Policía supuso que se había realizado con silenciador, ya que ningún vecino se
percató de nada, y que había sido un ajuste de cuentas y no un robo, pues la
billetera de Asensio estaba a rebosar. ¿Y quién lo hizo? Oficialmente nada se
sabe, pero varios rumores y teorías existen desde el asesinato de Asensio, como
si fue un sicario contratado por Giuseppe, si fue uno de los hijos que
pleiteaban contra su padre o, simplemente, si fue cualquiera de los muchos
enemigos que Asensio se ganó con el paso de los años,
Pocos meses después de su muerte, uno de sus hijos, Juan José, era condenado a
cuatro años de prisión por matar de cuatro disparos al ex escolta de su padre y
conocido como `el Chino`, aunque, según la Policía, este crimen no tiene
relación con la muerte de Juan Asensio.
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