Caridad sindical

ARTÍCULO DE OPINIÓN

Pablo Requena

La eterna relación fraternal y amorosa entre PSOE e IU con los sindicatos de clase UGT y CC.OO -no hay mejor definición posible para aclarar el clasismo que impera en estas organizaciones- tiene en Andalucía su máximo exponente. Y con los tiempos que se avecinan con Valderas y Sánchez Gordillo como “muletas” del presidente de los andaluces, también conocido por los ERE fraudulentos o por sus disputas internas en el PSOE, se puede “cagar la perra”. De hecho, el desdichado can ya presenta síntomas inequívocos de gastroenteritis aguda.

Son muchos los motivos que me llevan a realizar estas afirmaciones, pero el más reciente y sangrante de ellos es que la Consejería andaluza para la Igualdad y Bienestar Social ha bloqueado la imprescindible ayuda que venía otorgando desde siempre a Cáritas Andalucía, ya saben, esos “sinvergüenzas” cristianos empeñados en dar de comer a los hambrientos -cada día más numerosos- sin pedir carnéts políticos por ello. ¡Qué ocurrencia en la Andalucía de Griñán y Valderas!

 Claro que estamos en una gravísisma situación financiera y hay que recortar partidas presupuestarias, pero que estos listos de la Junta de Andalucía no vuelvan a envolverse en la bandera de la protección social y el rechazo general a los recortes sociales cuando niegan el pan, nunca mejor dicho, a todas aquellas personas pertenecientes, mayoritariamente, a colectivos marginales y en situación desesperada que comen, sobreviven, literalmente, gracias a Cáritas. Queda así al descubierto la falacia repetida hasta la saciedad la pasada campaña electoral de que “los más débiles pagarán los recortes del PP”. ¿Hay alguien más débil que la persona que tiene que ir a un comedor social de Cáritas para alimentarse?

 Todo esto contrasta con que la misma consejería socialista mantiene sus subvenciones a UGT y CC.OO -la última superior a los dos millones de euros- para que desarrollen proyectos de formación en Latinoamérica y Marruecos. Se ve que el 35% de paro que tenemos en Andalucía no es óbice para que los fondos que tendrían que ir a los andaluces que estamos desempleados se vayan a Marrakech o Bogotá en vez de Almería o Cádiz. Todo muy lógico, aunque mejor que se los dineros se vayan a otros países que sirvan para pagarle la coca y las putas a los socialistas sevillanos. /