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ARTÍCULO DE OPINIÓN

Lo de colocar a la número dos del socialismo andaluz, Mar Moreno, en alguna lista de cara a las próximas elecciones autonómicas se está convirtiendo en un auténtico sudoku para la dirección regional del PSOE. Como saben Moreno es jienense, y esa es su mayor cruz; pertenecer a una provincia donde quien manda no es Griñán sino Zarrías. Y es que el propio Zarrías, que se hizo célebre en toda España al ser fotografiado votando en una sesión plenaria “a cuatro extremidades” (con las manos y con los pies al mismo tiempo), es el número dos de Chaves, y por ende, archienemigo de Griñán y Moreno. Como ven, todo un folletín digno de una temporada entera de Falcon Crest.


Descartada la opción de que Mar Moreno encabezara la lista por la provincia de Jaén, comienzan los movimientos… y suena Almería como el sitio ideal para la actual consejera de Presidencia andaluza. Y nada más surgir este rumor, saltan a la palestra 20 agrupaciones socialistas de nuestra provincia y un encrespado Segura Vizcaíno rechazando de plano esta posibilidad. Segunda en la frente.


La tercera se la han dado sus compañeros de partido en Córdoba, última provincia andaluza donde ha sonado el nombre de Moreno para encabezar la lista al Parlamento Andaluz. Tampoco han tardado los socialistas cordobeses en dejar claro que no quieren un candidato “cunero” en su tierra. De hecho, la destacada dirigente local, Soledad Pérez, ha dicho literalmente que “de ninguna manera” debe ir un candidato que no sea de la provincia.


A mí particularmente me parece muy bien que los políticos se presenten por la tierra donde han nacido y/o vivido. Sin embargo, por más que me esfuerzo, no recuerdo haber oído ni un solo reproche de ningún militante socialista cuando el ahora todopoderoso Rubalcaba se presentaba al Congreso por la provincia de Cádiz. Sea como fuere, en los próximos días sabremos cómo termina todo este culebrón. Desde luego, examinando el percal del socialismo andaluz, de aquí a los comicios de marzo nos vamos a jartar de reír.


P.D: Aunque no tenga absolutamente nada que ver con el asunto en cuestión, pero para que quede claro que no estoy contra el Gobierno de Griñán por sistema, quiero dejar claro mi total rechazo a la decisión del ministro Wert de fastidiar, por no decir putear, a los opositores andaluces, entre los que tengo familiares y amigos. Espero que Rajoy le pare los pies a este señor que parecía buen tío en las tertulias a las que acudía antes de ser ministro, pero que se está revelando como todo un… mal gestor.