Pablo Requena |
Claro que habrá quien piense, y no falto de razón, que España está
intervenida desde hace más de un año, cuando el izquierdista Zapatero bajaba el
sueldo a funcionarios, subía impuestos y congelaba pensiones porque los que nos
prestan el dinero así lo exigían. Lo mismico que está sucediendo ahora con
Rajoy. Claro que antes, a los sindicalistas y artistas de la ceja (familia
Bardem incluída) les costaba más quejarse que ahora que un “facha” habita en
Moncloa.
Continúo siguiendo con interés la evolución de la prima de riesgo durante
esta mañana -sí, estaría mejor en la playa, pero algunos nacimos masocas- y
observo anonadado que cada vez que pasa un minuto, la cifra varía de 593 a 592
y al revés, y así toda la mañana. ¿De qué dependerá que baje un mísero punto
básico para volver a subir al instante? ¿De que salga Rajoy estornundando por
un pasillo del congreso? Grandes misterios de la Humanidad.
Hablaba al principio de parálisis que parecen sufrir de los que nos
gobiernan. En efecto, y a pesar de las numerosas medidas adoptadas por Rajoy
desde que llegó al poder, para mí -y viendo la evolución de la prima de riesgo,
para alguno más- no habrá hecho absolutamente nada mientras no se atreva, de
una maldita vez, a reformar el elefantiásico Estado español, famoso, entre otras
cosas, por tener más políticos y funcionarios que nadie en el planeta Tierra.
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