ARTÍCULO DE OPINIÓN
Está aún calentita la foto del alcalde almeriense Luis
Rogelio y algunos de sus concejales junto al rehabilitado molino de los Díaz.
Mi enhorabuena. Más vale tarde que nunca, y ya tenemos un símbolo menos en la
ciudad de lo que viene siendo la dejadez institucional para con los inmuebles
con cierto interés histórico o arquitectónico. Por todo ello, y para que nadie
diga que sólo me fijo en lo malo, reitero mi enhorabuena al equipo de Gobierno
de Luis Rogelio.
Digo esto porque, teniendo tan cerquita las elecciones
autonómicas, es tradición que “coincidan” varias inauguraciones de obras
emblemáticas y usualmente requeridas por la ciudadanía, y que como digo suelen
estar listas para su uso y disfrute -foto del político de turno de por medio- un
poquito antes de que legalmente no puedan ejecutarse debido al calendario
electoral.
No sé si lo del molino de los Díaz se puede incluir en esa
categoría de “inauguraciones sospechosas” a las que me refiero. Lo que sí sé es
que, si se hubiesen hecho las cosas bien y en su tiempo, los socialistas de la
Junta de Andalucía podrían haberse “ganado” un buen puñado de votos haciendo
uso de dichas inauguraciones. Imagínense, la camarilla con el consejero,
el delegado y demás acólitos de turno
asistiendo, por ejemplo, a la rehabilitación del Cortijo del Fraile, o de unas
murallas de la Alcazaba sin grietas, ni boquetes, ni acero corten, o del Cable
Inglés -en este caso, la Junta promete la finalización de la primera fase de
las obras para ya mismo; otra extraña coincidencia-, o a las prometidas aperturas
del hospital Materno-Infantil, la autovía del Almanzora, la Bola Azul, etc.
Pero nada de eso. Lo de las infraestructuras y obras de
calado en nuestra provincia es una batalla perdida para los socialistas
andaluces, y ellos lo saben. Fíjense si será verdad, que en la última rueda de
prensa que han dado el número uno del PSOE en nuestra provincia y la
parlamentaria Pilar Navarro, ha ocurrido lo siguiente: algunos periodistas nos
incorporamos tarde a la sala de prensa, ante lo que Sánchez Teruel pide -con
cierta coña- puntualidad. A esto le sigue la reacción de un compañero
periodista, respondiendo, con más coña todavía, que “esto es Almería, y aquí
llevamos 10 años de retraso en todo, joder”. Ante semejante panorama, todos los
allí congregados, incluidos los socialistas, se echan a reír (pueden oírlo en este mismo blog, en el artículo de "Perlas Cultivadas").
Como digo, resignación cristiana ante la inutilidad de los
que dirigen Andalucía. Entre lo de la nefasta gestión en temas de
infraestructuras y de la crisis económica, y escándalos como los fondos de
reptiles y los intrusos de los ERE falsos, vamos a ver si los recortes de Rajoy
son suficientes para que los socialistas almerienses no se lleven el 25 de
marzo un batacazo mayor aún que los sufridos en las últimas elecciones
municipales y generales.
Pablo Requena
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